¿María, Sabías?
¿María, sabías?¿María, sabías?

Esta canción se basa en preguntas a María sobre ese precioso bebé que acababa de nacer… preguntas que reflejan grandes verdades.
Se titula “SABES TU MARÍA” y ahora yo te pregunto.. “¿Y TU? ¿LO SABES?”. Veamos algunas de las verdades mencionadas:

“Cuando besas a tu bebé Tu besas la cara de Dios”

“¿María, sabías que tu bebé Es el señor de toda creación?”

La Biblia , refiriéndose a Jesús, dice: “el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres” (Filipenses 2:6-11)

¡Jesús era Dios! Y voluntariamente decidió, a pesar de ser el Señor de toda la creación, limitarse a un cuerpo humano como el nuestro con un gran propósito. Así que sí, María tenía a Dios entre sus brazos

“¿María, sabías que tu bebé le devolverá la vista a un hombre ciego?

¿María, sabías que tu bebé calmará una tormenta con su mano?”

Juan , después de haber escrito todo un libro sobre el tiempo de Jesús en la tierra, dijo: “Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén.” (Juan 21:25)

Jesús estuvo 33 años en la tierra, son incontables la de milagros que llegó a hacer y la de vidas que llegó a transformar. A lo largo de Su vida demostró que no era un simple hombre.

“¿María, sabías que tu bebé Salvará nuestros hijos e hijas?”

“Este niño que tu has dado a luz Pronto te liberará a ti”

Y este Jesús, que era Dios, que siendo Dios se hizo bebé, que creció, que hizo maravillas… aún iba a hacer algo más espectacular, venía a cumplir un gran propósito: Proveernos de salvación y liberación. En la Biblia se menciona numerosas veces:

“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” (Hechos 4:12) “Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa”. (Hechos 16:31) “Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.” (Juan 3:17)

Pero… ¿salvarnos de qué?

“Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23)

Nuestro pecado nos condena, nos separa de Dios. Y TODOS pecamos, nadie se libra, todos hemos mentido, tenido malos pensamientos, amado a otras cosas más que a Dios… así que sí, este es nuestro gran problema, estar sin comunión con nuestro creador y Dios del universo. Pero Él, en Su infinito amor, ha querido proveer de la solución a este problema: Por medio de Jesús.

“siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,” (Romanos 3:23)

Él ha sido castigado en tu lugar, este bebé que nació y celebramos estos días, murió 33 años más tarde en una cruenta cruz, habiendo vivido Él sin pecado, era el sacrificio perfecto, cargó con todos nuestros pecados para que ya no tengamos que llevar el castigo de ellos, pues Él lo ha llevado en nuestro lugar.

“Este niño que duerme y estás sosteniendo Es el gran Yo Soy”

Jesús dijo: “Yo soy el pan de vida” (alimento verdadero para vida eterna), “Yo soy la puerta” (para entrar al cielo), “Yo soy el buen pastor” (y cuida de Sus ovejas), “Yo soy la luz del mundo” (En medio de las tinieblas debidas al pecado, Él brilla), “Yo soy la resurrección y la vida” (Él resucitó y nos da vida a nosotros), “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (el Único).

¿Qué es Jesús para ti? Puede llegar a ser todo esto en tu vida. Búscale, clama a Él y celébrale de verdad en estas navidades.

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